Salvador Y Maldonado Díaz

Guadalajara, Jalisco. 6 de febrero de 2025.- En el sexenio pasado y en  lo que va del presente se ha tenido mucho ruido político en torno al maíz, así como a la importación y siembra del transgénico. Pero en concreto, la producción del grano nacional por excelencia va a la baja en el campo mexicano.

En cifras redondas la  demanda nacional es de 45 millones de toneladas de maíz y  hay que importar de Estados Unidos un poco menos de la mitad de la cifra mencionada. Es decir más de 20 millones de toneladas, principalmente de maíz amarillo. México es autosuficiente en maíz blanco y líder mundial en su producción.

Así las cosas, mientras los políticos  del partido dominante se rasgan  las vestiduras contra  supuestas desventajas del maíz transgénico importado, se ha incrementado la dependencia del grano importado, sobre todo del cereal amarillo para el consumo pecuario y de la agroindustria.

Tanto el clima como el mercado han jugado en contra de la producción nacional de maíz. Pero también han desestimulado a los agricultores mexicanos las políticas públicas del pasado sexenio y algunas del presente.

Hay que enfatizar: el desmantelamiento de políticas oficiales de la federación para la producción y comercialización del maíz han  desmotivado a los agricultores, dado que a nadie le gusta producir para perder.

En Jalisco el ciclo de lluvias de 2024 fue benévolo en gran parte del territorio estatal. Pero un precio internacional castigado  generó que no hubiera rentabilidad para gran parte de los agricultores.  

En promedio en Jalisco se pagó a $5 mil 500 pesos la tonelada del maíz en la agricultura comercial . La variedad de grano amarillo conocida como Waxy, se pagó a un sobreprecio de  50 dólares, pero se cultivó un pequeño volumen.

Ahora se informa que se da marcha atrás al decreto presidencial de 2023 que buscaba restringir el uso de maíz genéticamente modificado (GM) en el país.

De lo anterior, se deduce que el gobierno de México da un paso atrás en su política de restricción al maíz transgénico, una medida que había generado fricciones  comerciales con Estados Unidos, principal proveedor de este grano. La resolución del Panel del T-MEC, emitida en diciembre de 2024, determinó que las restricciones impuestas por México carecían de fundamento científico y violaban los compromisos comerciales establecidos en el tratado.

Así mientras ocurren estos vaivenes políticos en torno al cereal más importante de la canasta agroindustrial, el país incrementa su dependencia del grano importado. Incluso hasta hay riesgo de que se pierda la autosuficiencia en el cereal blanco por la extrema sequía que se tiene en Sinaloa, principal entidad productora de este grano.  

EL DATO

Viene al caso puntualizar  que el decreto de 2023, impulsado por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador contra el maíz transgénico era parte de su estrategia para promover la autosuficiencia alimentaria y proteger las variedades nativas de maíz. Sin embargo, la medida fue criticada por productores, industriales y socios comerciales, quienes argumentaron que violaba el T-MEC.

El extitular de la Secretaría federal de Agricultura, Francisco  Mayorga Castañeda ha sostenido que se tienen los instrumentos jurídicos mediante la Ley de Organismos Genéticamente Modificados, para que en el país se cultive maíz transgénico  de modo tal que no se afecten los granos nativos, dado que estos lineamientos legales son muy claros, además de tenerse la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM), y ambas son  herramientas  importantes para que se aborde el tema desde varios ángulos como el ambiental, comercial y de salud.

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